Equipo ContigoPsi
Publicado el
10 de junio de 2025
Actualizado el
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Las relaciones de pareja enfrentan numerosos desafíos a lo largo del tiempo. Entender cómo superar una infidelidad es crucial para restaurar la confianza y seguir adelante. Las crisis en la pareja pueden surgir por diferentes razones, pero con la orientación adecuada y estrategias efectivas, es posible superar estos obstáculos y fortalecer la relación.
La infidelidad es un fenómeno complejo que va más allá del simple acto de traición. Implica un vínculo afectivo y/o sexual con alguien fuera de la relación de pareja, siempre en función de los acuerdos previamente establecidos entre ambos. Cuando ocurre, genera una crisis significativa en los vínculos seguros que habíamos creado, acompañada de intensa angustia y ansiedad.
La infidelidad se manifiesta principalmente en tres formas:
La percepción varía según el género: mientras las mujeres tienden a considerar cualquier intimidad emocional como infidelidad, los hombres suelen negar que exista traición a menos que haya habido relaciones sexuales.
El dolor tras una infidelidad es particularmente intenso por varias razones. Desde 2005 existe el término "estrés post infidelidad", que hace referencia a las similitudes entre el impacto emocional de la infidelidad y el trastorno de estrés postraumático.
La traición provoca una ruptura con nuestra realidad y confianza. No solo se quiebra la confianza en la pareja, sino también en uno mismo. La psicóloga Belén Humenczuk destaca el sentimiento de pérdida como el más doloroso: pérdida de la relación, de la pareja y de la confianza tanto en el otro como en nosotros mismos.
Además, surgen preguntas dolorosas como "¿con quién?" y "¿por qué?", que generan un intenso desgaste mental y emocional. Descubrir que tu pareja eligió a alguien más atractivo o interesante golpea directamente la autoestima, haciéndote sentir insuficiente o no merecedor de amor.
Lo que más duele no es solamente el acto en sí, sino el hecho de que la otra persona no pensó en nosotros ni en nuestros sentimientos, lo que interpretamos como una falta de amor y respeto.
Las causas de la infidelidad son diversas y complejas, y rara vez se deben a un solo factor. Entre las más comunes están:
Comprender estas causas no justifica la traición, pero sí ayuda a prevenirla y a sanar sus consecuencias.
Descubrir una infidelidad puede ser devastador emocionalmente. Las reacciones comunes incluyen shock, rabia, tristeza profunda y confusión. Muchas personas experimentan síntomas similares al trastorno de estrés postraumático, con depresión, ansiedad y cambios de humor intensos.
La autoestima y la confianza también se ven fuertemente afectadas, surgiendo dudas sobre el propio valor y temor a futuras traiciones. El perdón puede facilitar el proceso de sanación, pero no implica olvidar lo ocurrido, sino aprender a recordar sin dolor y reconstruir desde la honestidad.
Superar la dolorosa experiencia de una infidelidad requiere un proceso consciente que, aunque difícil, es posible atravesar. Según los especialistas, este camino puede durar entre seis meses y dos años, dependiendo de varios factores como la madurez emocional de cada persona.
Al inicio, es crucial aceptar y expresar las emociones que surgen, como la rabia y la tristeza. Luego, es importante tomarse un tiempo para reflexionar y evitar decisiones precipitadas. Tras este periodo, debe decidirse si continuar o dar por terminada la relación, entendiendo que, si se elige continuar, la relación será diferente. Buscar apoyo emocional o profesional es fundamental para procesar emociones y recibir orientación adecuada.
Reconstruir una relación después de una infidelidad requiere compromiso mutuo y trabajo constante. Si ambas partes han decidido continuar juntos, están comenzando no a recuperar lo que tenían, sino a construir algo completamente nuevo.
El primer paso para reconstruir la relación es definir claramente las expectativas y límites para ambos. Esto implica establecer acuerdos específicos sobre el compromiso mutuo y la fidelidad. Los especialistas recomiendan:
Estos nuevos pactos no solo previenen crisis futuras, sino que fomentan un renovado sentido de conexión y colaboración. Aunque parezca obvio, es fundamental que estos acuerdos sean consensuados y no impuestos.
La confianza, una vez dañada, no se recupera con promesas sino con hechos concretos y consistentes a lo largo del tiempo. Según los expertos, la reconstrucción de la credibilidad requiere:
Sin embargo, ambos deben entender que este proceso lleva tiempo y paciencia. La confianza no se recupera de la noche a la mañana 21.
La intervención de un especialista resulta decisiva en muchos casos. Las investigaciones muestran un porcentaje de éxito entre el 60-80% en parejas que acuden a terapia después de una infidelidad.
Un psicólogo especializado proporciona un entorno seguro donde ambos pueden:
El proceso terapéutico facilita que ambas personas expresen sus heridas y trabajen hacia el perdón auténtico, liberando el peso emocional para seguir adelante.
Las crisis de pareja pueden surgir por diversos motivos. A continuación, se describen algunos de los problemas más comunes y sus posibles soluciones.
Los celos pueden erosionar la confianza en la relación, generando conflictos recurrentes. Identificar el origen de los celos es esencial; pueden estar arraigados en inseguridades personales o experiencias pasadas. El diálogo abierto y honesto es fundamental para abordar este problema, así como establecer límites claros y expectativas mutuas.
La rutina y la falta de novedad pueden llevar a la monotonía, afectando la satisfacción en la relación. Para combatirla, es importante introducir cambios y actividades innovadoras, como planificar citas sorpresa o aprender juntos algo nuevo. La creatividad y el esfuerzo compartido pueden revitalizar la conexión emocional.
Las dinámicas familiares complejas pueden influir negativamente en la relación de pareja. Establecer límites claros y discutir abiertamente sobre las expectativas familiares es crucial. La pareja debe presentar un frente unido y encontrar formas de apoyar mutuamente sus necesidades y deseos.
La desatención emocional o física puede generar sentimientos de aislamiento y resentimiento. Para solucionar este problema, se debe establecer tiempo de calidad juntos. Escuchar activamente y mostrar interés auténtico en el bienestar de la pareja fortalecen el vínculo y promueven un ambiente de apoyo mutuo.
Una aparente falta de compromiso puede generar inseguridad y conflictos continuos. Definir los objetivos comunes y discutir sobre el futuro juntos ayuda a alinear las expectativas. La transparencia y la reafirmación del compromiso mutuo son esenciales para superar este problema.
La insatisfacción sexual puede afectar profundamente la intimidad y la comunicación. Abordar estos problemas a través de la comunicación abierta y honesta es esencial. Considerar la ayuda de un terapeuta sexual o consejero puede aportar nuevas perspectivas y soluciones.
Las diferencias en el enfoque de la crianza pueden crear tensiones significativas. Es importante discutir las filosofías de crianza y llegar a un consenso sobre las decisiones claves. La flexibilidad y la disposición para comprometerse son cruciales para mantener la armonía familiar.
La mala comunicación puede convertirse en la raíz de muchos otros problemas de pareja. Practicar una escucha activa y fomentar un espacio seguro para expresar emociones sin juicio es vital. Aprender a comunicarse de manera efectiva reduce malentendidos y mejora la conexión emocional.
Las diferencias en las costumbres diarias pueden generar conflictos de convivencia. Para lograr una coexistencia armoniosa, establecer reglas claras y dividir las responsabilidades equitativamente es vital. La tolerancia y el respeto hacia las diferencias individuales son claves para superar estos problemas.
La falta de tiempo compartido puede llevar a la desconexión emocional. Priorizar momentos juntos, incluso en agendas ocupadas, ayuda a mantener la conexión íntima. Planificar actividades conjuntas y reservar tiempo regularmente para la pareja fortalece el vínculo.
Abordar las crisis de pareja de manera efectiva requiere un enfoque sistemático y colaborativo. Aquí se presentan algunas estrategias clave:
Superar una infidelidad y otras crisis de pareja requiere esfuerzo, comunicación y un compromiso genuino de ambos lados. Al abordar los problemas comunes con estrategias efectivas, es posible no solo resolver conflictos, sino también fortalecer y enriquecer la relación de pareja. La comprensión mutua y la dedicación son esenciales para crear un futuro compartido más armonioso y satisfactorio.
Dar este primer paso no siempre es fácil, y es normal sentir algo de incertidumbre. Pero también
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